23 octubre 2010

MUSEO BOTERO. BOGOTÁ.



¿Por qué pinta Botero gordos?



Mujer delante de una ventana, 1990. Óleo sobre lienzo, 194x121 cm.

"No, yo no pinto gordos"
(Botero)

El artista responde así una y otra vez a la pregunta.


Jardin patio interior.Museo Botero.Bogotá.

Mano izquierda. Escultura en bronce, 260x140x175 cm.


"Mis esculturas no tiene un mensaje específico, ni social ni de ningún otro tipo. No creo que el arte pueda cambiar la situación política. Mis esculturas no tienen ningún significado simbólico. Sólo me intereso por las formas, por las superficies suaves y redondas que subrayan la sensualidad de mi obra."
(Botero)


En sus obras todo es voluminoso y el artista desea convertir mediante transformaciones o deformaciones la realidad en arte.
Artistas como Rafael, Rubens, El Greco, Picasso... deformaron las cosas y la realidad para expresar lo que querían.


Venus dormida. Escultura en bronce, 152x58x43 cm.


"En Piero della Francesca comprendí el efecto que causa la serenidad. Se trata de una solemnidad sublime, que se puede observar también en el arte egipcio. Siempre me ha conmovido: ¡ hay tantas alusiones en el movimiento rígido!"
(Botero)


Vista sala. Museo Botero.


Botero es un pintor figurativo, pero no realista. Sus obras no plasman la realidad pero se orienta en ella. 


Mujer con fruta.Escultura en bronce, 127x41x48 cm.


La exageración permanente en la obra de Botero, eleva la deformación a regla y así la transforma en su estilo tan personal y único. La deformación en Botero se debe siempre al deseo de elevar la cualidad sensual en sus obras.


Mujer pequeña, 1975. Pastel sobre papel, 170,18x116,84 cm.


En la cultura popular latinoamericana, relacionan lo gordo con buen humor y también con la alegría de vivir, originado por placeres sensuales y también con la apacibilidad.


Museo Botero.

Vista Sala. Museo Botero.


Una Familia, 1989. Óleo sobre lienzo, 241x195 cm.


Botero retrata toda la sociedad burguesa: damas, caballeros, obispos, oficiales, parejas de amantes, etc... en sus cuadros es todo visible. La melancolía, los sentimientos frustrados, las nostalgias son motivos en el arte suramericano, así lo son en Botero, como lo son en la literatura y en la música.


 El estudio, 1990. Óleo sobre lienzo, 257x160 cm.


 "Cuando se observa un cuadro, es importante reconocer de dónde procede el placer. Para mí es la alegría de vivir unida a la sensualidad de las formas. Por esto, mi problema es expresar sensualidad por medio de formas."
(Botero)

Fernando Botero nace en Medellín el 19 de abril de 1932.


Monalisa, 1977. Óleo sobre lienzo, 183x166 cm.


"Para mí, tuvo una gran importancia una personalidad como Rivera. A los jóvenes pintores centroamericanos nos enseñaba la posibilidad de crear un arte no colonizado por Europa. Lo mestizo me atraía, esa mezcla de cultura autóctona y española."
(Botero)


Pareja, 1993. Escultura en bajo relieve en bronce, 246x174x30 cm.


 En su mundo de imágenes figurativas desarrolla una especial dependencia entre el tamaño y la forma, manteniendo cierta autonomía en las proporciones. Así es el eje sobre el cual Fernando Botero desarrolla el carácter de su expresión y mantiene la capacidad monumental en su volumen. 


Arcángel, 1995. Óleo sobre lienzo, 39,37x46,99 cm.


Maribarbola, según Velázquez, 1984. Óleo sobre lienzo, 171x169 cm.


Pareja bailando, 1987. Óleo sobre lienzo, 195x130 cm.


El baño, 1999. Óleo sobre lienzo, 193x111 cm.


La inquietud estética y la búsqueda de la expresión de su propia idéntidad marcaron la evolución de Botero desde sus comienzos.A través de ser ser sincero consigo mismo, de su voluntad, de su autoexamen y por tanto con su origen, encontró dicha expresión.
Las figuras femeninas de Botero son pesadas, como todo lo que él pinta y a pesar de la opulencia de la carne, todas las formas son sorprendentemente antieróticas. Por ningún lado se aprecia el deseo ni la pasión.
El escritor italiano Alberto Moravia escribe: "Esas mujeres no pueden mantener una relación con los hombres, ni entregarse ni unirse con ellos. Y los hombres, tan informes como ellas, se ven sometidos a las mismas limitaciones. Es como una fatalidad de la que nadie puede escapar. Los hombres y las mujeres del mundo informe de Botero pueden tenerse cariño y desarrollar una relación débil y ensoñadora que no conoce pasión alguna"


Adán, escultura en bronce, 115x38x54 cm.


Las esculturas monumentales de Botero se expusieron en Madrid en 1994, en Israel en 1996, en Buenos Aires y Santiago de Chile en 1997 y en Lisboa en 1998, pero para el artista posiblemente se cumpliera su auténtico sueño cuando en 1999, se exhibieron en Florencia junto a las obras de Miguel Ángel, Giambologna o Cellini. Entre sus obras se pudieron contemplar Adán y Eva, la Maternidad y la famosa Mano del artista. Ningún otro artista del siglo XX ha tenido este honor.


Adán y Eva. Eva, escultura en bronce, 118x42x90 cm.


Las esculturas de Botero pueden alcanzar dimensiones enormes, aunque también las tiene de una medidad normal. Entender la obra de Botero resulta probablemente más accesible a través de la escultura que a través de la pintura. Las piezas fundidas y su fina patina llaman la atención por su artesanía profesional, son perfectas, sin falla y brillantes. Aunque los bronces monocromos desconciertan menos en el espacio. De ahí que el irrealismo y la exageración se perciban más claramente como elementos de estilo.
El artista busca todos los medios para expresar lo que quiere. También son seres inanimados; con Botero todo es posible, lo más profundo y lo más simple, así las esculturas de Botero viven bajo la fuerza misteriosa de la imaginación. El poeta alemán Hebbel decía: "El entusiasmo que tiene un artista no puede probarlo sino realizando por todos los medios su arte"... Así es Botero, para expresar lo que quiere busca todos los medios. Las esculturas de Botero tienen vida propia.



Todas las imágenes que ilustran este reportaje son propiedad de Calamanda y le Désespéré de Gustave Courbet.

Jardin patio interior.Museo Botero.Bogotá