03 junio 2010

EL CABALLO: BLANCO, GRIS O NEGRO DE PABLO PICASSO.


"La pintura no se hace para decorar apartamentos.Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo ante el enemigo"

"Picasso, entrevistado por Simone Téry, Les Lettres françaises, 24 de marzo 1945)

Cheval fatigué, 1938
Lápiz y pluma sobre papel, 20,9 x 29,5 cms.
Museo Picasso Málaga.

"En los museos (...) sólo hay cuadros fallidos (...) Lo que hoy consideramos "obras maestras" eran las obras más alejadas de los cánones dictados por los maestros de su época".
(Picasso a Jaume Sabartés, Picasso: portraits et souvenirs, 1946)









"Todos quieren comprender el arte. ¿Por qué no tratan de comprender el canto de un pájaro?"
(Picasso)

Picasso dice de su arte que no busca, sino que encuentra, él niega que experimente.

Alanceado a un toro, 1957.
Museo Picasso, Barcelona.

Pablo Picasso fue el artista capaz de abrir grandes derroteros desconocidos a la pintura y gracias a él la escuela francesa parisiense da un gran paso en pro de su internacionalismo y que será decisivo para su futuro, que  a partir de este momento se hablará de una escuela de pintura internacional.
En el cubismo de Picasso se mantiene el culto al color, pero aumenta la preocupación por el volumen, los planos, la línea y que termina por sugerir a algunos artistas una concepción de su arte puramente intelectualista.

"Los sentidos deforman; el espíritu forma".
(Braque)

En el cubismo sólo se quiere ver en la realidad los reflejos fundamentales de los volúmenes de la geometría del espacio y esto obliga a encajar las formas irregulares que la naturaleza ofrece a la mirada del artista y debe partir de la idea para dominar y comprender la naturaleza, pero mientras no se llega al convencimiento de que no tiene que reproducir a la naturaleza la obra de arte, ni organizarla, no logra su pleno desarrollo el cubismo. Es importante crear una belleza abstracta y en la que los colores dominantes son los pardos, amarillos, verdes y grises.
Picasso concentra sobre sí la atención artística durante más de cincuenta años, su inagotable creación y constante renovación lo convierten en el espectáculo más sorprendente de la pintura contemporánea.









Minotaure et cheval, 1935.

Picasso aprendió a elaborar la imagen de un rostro o de un objeto con unos cuantos elementos muy sencillos y simples. Crea objetos que a pesar de su carencia de volumen consigue conservar el sentido de solidez y profundidad, renuncia a representar las cosas tal como aparecen ante sus ojos.
Su  verdadero fin era construir antes que copiar algo. Un objeto se dibuja por el ángulo desde el que se aprecia más claramente su forma más  característica.


Cheval, 1941

La primera pintura que se conserva de Picasso la realizó en Málaga y en ella hay un caballo y él apenas contaba ocho años de edad.
El caballo surge una y otra vez en su obra desde entonces y hasta alcanzar su madurez. El artista plasma una y otra vez todo lo que hay de noble, humano, mitológico, simbólico, etc. Este animal tiene un significado especial en su obra a través de óleos, grabados y dibujos que muestran las diferentes formas y tratamiento que dio y de las distintas formas que lo representó.
Hay una gran carga simbólica cuando Picasso ve al caballo como un animal femenino frente al toro masculino y entonces se entabla entre elllos una relación amorosa.


S´echappe, 1955.
Museo Picasso, París.

Desde que el artista pintó tras asistir a una corrida "El pequeño picador amarillo" en 1889, hasta su última etapa en los años setenta, el caballo aparece continuamente en su obra:
Caballos de guerra o de paz, caballos de corrida, cuya muerte está escrita en los ojos del toro. Caballos de circo o de desfile, caballos libres sobre orillas indeterminadas o caballos de tiro agobiados por el dolor, caballos de balancín o de caravanas. Picasso nos presenta, imágenes variadas hasta el infinito, del animal que combina, en el seno de su obra la simbología de lo masculino y de lo femenino, la claridad y las tinieblas, el juego y el drama, el deseo y la sabiduría.
Nos permite conocer la importancia del caballo en su trabajo.








Cheval dans un paysage, 1937.
Colección privada.

Hoy me voy a centrar en sus trabajos sobre papel, ya que la mayoría fueron realizados sobre este soporte.
Gran parte de estas obras pertenecen a colecciones privadas y algunas de ellas han sido pocas veces expuestas al público.
El caballo formaba parte del entorno en la vida cotidiana del artista.

"Aparte de las obras consagradas a las mujeres que amó, Picasso jamás ha celebrado mejor el maridaje entre la emoción y la creación que cuando ha abordado el tema del caballo... Presentó imágenes infinitamente variadas del animal que combina en el seno de su obra el simbolismo masculino y el femenino, lo solar y las tineblas, el juego y el drama, el deseo y la prudencia."
( Dupuis-Labbé)

                                                                

                      Corrida taureau et cheval blessé, 1923-1924
Museo Picasso, París.

"Mira Françoise;
Un minotauro guarda a su lado a muchas mujeres
y las trata siempre muy bien,
pero reina sobre ellas el terror.
Así que ellas terminan alegrándose de que esté muerto.
Un minotauro no puede ser amado por si mismo"
(Picasso a Françoise Gilot)

El artista era monógamo y por lo tanto sus infidelidades no se dieron con mujeres distintas a sus parejas, sino con ellas mismas y a las que nunca renunció o a lo mejor fueron ellas las que no podían o no querían renunciar a él.
                                                                         
Quizás por ello se puede explicar la fijación del artista por la leyenda del minotauro y su connotación poligámica en su obra, sobre todo en sus grabados y así  se lo contó a Françoise Gilot en una de sus sesiones de pintura que siempre terminaban con una relación sexual.
                                                      
Chimère, 1935
12,5 x 16,5 cms.
Museo Picasso, París.

No es Géricault, Delacroix o Stubbs, los que han dejado sea, en las telas o en los dibujos que estallaban de pasión y de ardor románticos, o de estudios precisos de anatomía. Picasso no se parece en nada a los que antes que él hicieron del noble animal el objeto de multiples atenciones.
Es más bien a la mujer y a sus múltiples misterios, que él no dejó de explorar desde su edad más joven, a quien él  dedica su obra.
Sí nosotros evocamos el bestiario de Picasso, de otros animales, nos vienen inmediatamente a la memoria: el toro, el perro, el gato, la paloma, la cabra, el mono, el búho, la lechuza, pero el caballo, a primera vista, parece ausente o a lo mejor, irresistiblemente aplastada por la imagen del toro.
Una mirada más sostenida sobre la obra de Picasso ofrece sin embargo sorpresas y permite comprender que él jamás descuidó a este animal que desde su pequeña infancia en Málaga hasta el final de su vida, en Mougins, formó parte de su mitología personal.

Taureau et cheval blessé, 1921

Apenas perceptible, en las primeras obras, porque el caballo todavía no despierta ningún eco en la imaginación de Picasso que se contenta, de vez en cuando, con bosquejarlo en sus actividades de trabajo o de juego en provecho de los hombres.

El papel del caballo irá conformándose en el curso de los años cuando Picasso va a descubrir o a dar una dimensión metafórica y simbólica que no suponía nunca al animal;

Desde entonces, no es exagerado decir que el caballo se convierte en el alter ego del toro o que lo sobrepasa porque el toro, él, queda encadenado de hecho a la corrida, mientras que el caballo se lanza para conquistar los infinitos dominios de lo imaginario de Picasso

Otra aparición del caballo, en 1901, ésta vez más enternecedora, el juguete que se presenta en " Niños y juguetes ", donde las nietas están sentadas en la hierba cerca de las muñecas y cerca de un caballo de caravana a miniatura.

Encontraremos repetidas veces el caballo en el estado de juguete en la obra de Picasso.
"El diálogo del toro y del caballo, a pesar de la evidencia del drama que se traba... "

Estas son algunas palabras, escritas el 7 de noviembre de 1935, evocan un tema que aparece en Picasso después de su infancia en Málaga donde asistió a sus primeras corridas.

El juego de la vida y de la muerte se encarna en estos dos animales, el caballo y el toro, que uno después del otro, deben perecer en la arena.
 "Algunos críticos ven como se entabla una correspondencia del juego amoroso."  
          
                                                                 


Chevalier Jockey, 1905.

Dulzura y magia estarán en el punto de encuentro en el gesto de los "Saltimbanquis" de 1905 o en la cortina de escena de "Parada" en 1917.
El caballo posee entonces poderes misteriosos, aparece como un guía hacia el mundo de los muertos o afirma su carácter solar y benéfico llevando alas. Es también, más simplemente, el animal de la gloria del cual el circo ha sido creado, jugando con amazonas y acróbatas.
El caballo símbolo de  vida y de juventud, también de muerte y de tristeza.

                           Trois chevaux au bord de la mer, 1920.
Museo Picasso, París.                      

    " ... Aún no tenía veinte años y ya poseía una pasmosa seguridad en el trazo, en las relaciones cromáticas, en la composición, como tantos artistas de larga experiencia buscan todavía"
(Charles Morice -prefacio al catálogo de la exposición de la Galeria Serrurier, de París, 1905)
                              
Cheval, 1941

" ... Bienaventurados los inquietos, porque sólo a ellos está reservada la paz perpetua: Mir, Nonell, Xiró y Ruiz Picasso, que en su retiro está ahora preparando obras que sorprenderán y hasta espantarán. "
(Eugenio d´Ors -"El pobre Catalá", Barcelona, 10 de Diciembre de 1904)

LA CABALLISTA CON UN VIEJO CLOWN.

Écuyère avec un vieux clown, 1967.
29,7 x 34,8 cms. Colección particular.              

 Esta obra trata de una evocación de los temas de sus primeros años: el circo, los saltimbanquis, acróbatas o las caballistas de carnes voluptuosas e imágenes grotescas, evocando a la España picaresca con sus caballeros cuya única ocupación era el ensalzamiento de la mujer... Las majas de mantillas pesadas que dejaban entrever los negros encajes que desvelaban sus senos o su sexo: mujeres que son tanto presas como depredadoras.
Picasso, apoyándose en las mil y una formas de utilizar a la mujer y abusar de ella o ser abusado por ella -se trata de un erotismo omnipresente en una atmósfera de búrdel o de circo- que  viene a ser lo mismo, donde las jovencitas impúdicas, sensuales y carnosas se ofrecen a la concupiscencia de un mirón o de un espectador que señala y se prepara a sacar partido de los encantos que ven sus ojos.
La presencia, dolorosa, de un  viejo, un bufón, un viejo clown penoso, que mira a la caballista, joven y bella, sobre una montura, pero inaccesible, que representa el papel del mirón y del amoroso eterno.   
Es una verdadera comedia humana en la que los saltimbanquis, en concreto, en un circo, en el que el significado ha evolucionado. se constata , de hecho, un cambio de distribución y el primer papel de 1905, Arlequín, ha evolucionado.


Pelados, tristemente naturales,
en inmovilidad de largas crines
desgarbadas, sumisos a confines
avalanzados por los herbazales,
unos caballos hay. No dan señales
de asombro, pero van creciendo afines
a la hierba. Ni bridas ni trajines.
Se atienen a su paz: Son vegetales.
tanta acción de un destino acaba en alma.
Velan soñando sombras las pupilas,
y asisten, contribuyen a la calma
de los cielos -si a todo ser cercanos,
al cuadrúpedo ocultos- las tranquilas
orejas. Ahí están: ya sobrehumanos.
( Jorge Guillen )

Todas las fotos que ilustran este reportaje son propiedad de Calamanda y corresponden a "La Feria del Caballo 2010" de Jerez.

Dedico esta entrada con cariño y afecto a Marian, Manel, Mimí, a todos mis amigos de Jerez y como no podía ser de otra manera a Jesús San José Hernando.