13 octubre 2012

PINTURA EN LA CÁRCEL DE ESTUDIANTES. CÁRCEL DE ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD DE HEIDELBERG.

 
Pintura en la Cárcel de Estudiantes de la Universidad de Heidelberg.
 
 
 
 
En la calle Augustinergasse nos encontramos con la entrada a la histórica cárcel de estudiantes de la Universidad de Heidelberg, en el antiguo Pedellenhaus ( Casa de los conserjes).-
 
 
 
Cárcel de  Estudiantes. Escalera de entrada.
Sorprende ver que todo el espacio de la escalera, paredes y techos, están totalmente cubiertos por grafitis realizados por los estudiantes hasta llegar a la segunda planta.
 
 
 
 
 
 
Desde 1712 hasta 1914 sirvió de cárcel de estudiantes porque la adminitración de la Universidad  de Heidelberg tenía su propia jurisdicción.
 
 
 
Todas las faltas cometidas en contra del orden público por los estudiantes no eran castigadas o sancionadas por las autoridades de justicia de la ciudad, cada vez que un estudiante era sorprendido por un delito, más o menos grave, era comunicado a la Universidad, ésta se encargaba de todo, llamaba al alumno y según la gravedad del caso imponía un castigo.
El castigo en líneas generales consistía en permanecer durante un tiempo determinado en la cárcel de estudiantes.
 
 
 
 
 
Según la gravedad de la falta la estancia en la cárcel podía ser desde un día hasta cuatro semanas.
Las infracciones contra el orden público solían ser casi siempre borracheras, alborotos nocturnos, cantar por la calle o desórdenes públicos y en muchas ocasiones una combinación de todos, estos casos solían ser castigados con dos semanas de cárcel.
En situaciones más graves, en casos de resistencia a la fuerza pública llegaban a las cuatro semanas.
A los estudiantes les causaba una gran diversión soltar por la noche a los cerdos de los vecinos de la ciudad vieja y por los callejones corretearlos, también eran inmediatamente encerrados cuando ofendían a la policía, que en esa época recibían el nombre de "Amtmann", cuentan que sólo bastaba quitarles el sombrero con la espada o burlarse de ellos y esta falta ya era considerada como una resistencia al poder estatal y era castigada con el arresto máximo de cuatro semanas.
 
 
 
Nada más que los dos o tres primeros días tenían que estar a pan y agua.
Después les estaba permitido recibir alimentos de fuera y cerveza, también la visita de sus compañeros de prisión e incluso asistir a clase, pero a través de una puerta interior, no les era posible salir del edificio.
Durante el arresto no se les llevaba agua para lavarse, tenían que ir a buscarla a una fuente que había en el patio y no tenían cocina.
 
 
 
Para muchos estudiantes estos comportamientos los consideraban faltas o pecados sin importancia y que para ellos formaban parte de los exámenes, como de los estudios, en definitiva de su vida universitaria.
 
 
 
 
Durante el siglo XIX y hasta 1914 ( fue cerrada la cárcel debido al inicio de la Primera Guerra Mundial ), a los estudiantes cada vez les parecía más divertido ser encarcelados, para muchos era un agravio no haber estado por lo menos una vez en la cárcel durante su tiempo de universitario.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Decoraban la escalera y sus celdas con siluetas de sus compañeros, citas, dichos con mucho humor, escudos, monogramas de sus comunidades.
 
 
 
Muchas generaciones de estudiantes han dejado sus huellas aquí, muchos con acuarelas o el hollín de las velas, en los techos, las paredes, puertas, en los pocos muebles de la habitación, por todos los lados.
A las celdas los estudiantes las llamaban "Gran Hotel" o "Sanssouci".
 
 
Vemos que las celdas están excesivamente decoradas con pinturas y textos. El grafiti por todos los lados.
 
 
 
Para distraerse, mientras estaban encerrados, les gustaba decorar las paredes de su celda con autorretratos y grafitis, escribían poemas, notas personales, sus nombres, etc. 
 
 
 
 
 
 
El excusado...era llamado "El trono del Rey".
 
 
 
Las camas tenían como colchones sacos de paja y si querían tener mantas y ropa de cama debían pagarla o traerla de su casa.
Tenían una o dos mesas donde jugaban a las cartas y en ellas grababan sus nombres.
 
 
 
 
 
 
A partir de 1717 hasta que comienza la Primera Guerra Mundial la cárcel se encontraba en el segundo piso de la casa del conserje, anteriormente estaba en la Universidad vieja, detrás de la escalera en el primer piso, pero se dieron cuenta que permanecer muchos días en ese lugar dañaba la salud de los estudiantes y se cambió al lugar actual por esta razón.
 
 
 
De las estufas que tenían en las celdas obtenían el color negro y del tizne de las velas y más adelante ya consiguieron otros colores.
 
 
La mayoría de los estudiantes formaba parte de una comunidad.
 
 
 
Bibliografía: Cárcel de Estudiantes, Heidelberg.
 
 
 
Todas las fotografías que ilustran este reportaje son propiedad de Calamanda y Le Désespéré de Gustave Courbet.
 
 
 
Cárcel de Estudiantes. Heidelberg.

5 comentarios:

PACO HIDALGO dijo...

Ufff, Calamanda, me ha gustado mucho esta entrada. Esta es la parte menos noble de la famosa y prestigiosa Universidad de Heidelberg, especialmente el "Salón del Trono". Aunque no se le puede llamar arte, si es curioso como pasaban el tiempo en su encierro los estudiantes y lo decoraban todo.
Un fuerte abrazo.

miguel dijo...

A más de uno nos hubiera gustado vivir esa experiencia.
Me ha parecido muy interesante lo que se encuentra en esa segunda planta.
Saludos.Miguel

Marudemarbella dijo...

A mi si que me parece Arte, es una manifestación muy expresiva, y por algo ha quedado ahí para que pueda admirarse.
Me ha gustado mucho esta entrada, es muy interesante.
Gracias por compartir tus descubrimientos, eres increíble!

Un beso.
Maru

Joaquinitopez dijo...

Alucinante historia que si alguien la escribiera la mayoría creeríamos que era fruto de una imaginación calenturienta. Vamos, en la vida se me hubiera ocurrido una Universidad con cárcel propia. Menos mal que aquí no copiaron la idea por que con nuestra historia hubiera podido ser bastante menos "suave" que ésta.
Estupenda entrada.

calamanda dijo...

Oh!, Joaquinitopez, me da mucha alegría verte por aquí, ya sabes que no suelo contestar pero no he podido resistirme, sí, es verdad, tienes toda la razón, para mí también fue toda una sorpresa cuando la visité, vi muchísimos detalles que me hacen pensar que en los últimos años no estarían muy deprimidos allí dentro, tal como ahora se ve parece que en cada habitación más que "celda" había una cama, dos o tres máximo y unas estufas estupendas, creo que estaba "a la altura" de su Universidad...La Universidad de Heidelberg la más antigua y prestigiosa de Alemania y que hoy figura entre las mejores universidades internacionales.
Recuerdos y un beso.-

Paco Hidalgo, Miguel y Marudemarbella muchísimas gracias por dejarme vuestra opinión que tanto me enriquece.
Un abrazo.-