23 abril 2014

MUJER DE ANTIOQUIA Y COLOMBIA: DÉBORA ARANGO. DÉBORA ARANGO: CONCIENCIA Y MEMORIA. ÓLEOS DE DÉBORA ARANGO.

 
 
 
"Mostrar una realidad, hacerla palpable a los ojos de todo el mundo, dejar un sentimiento de rechazo o simpatía por lo que nos rodea"
 
- Débora Arango-
 
 
 
 


 
 
"Madona del silencio", ca. 1944.
Óleo sobre lienzo.
Débora Arango.
 
 
 
"A través de la historia de las artes o de las letras los nuevos movimientos, las tendencias renovadoras, las concepciones revolucionarias, nacen violentamente, entre los encendidos embates y protestas de quienes pretenden interrumpir la marcha de los tiempos, la angustia de los seres desorientados ante el derrumbamiento de los viejos castillos tradicionales y el clamor laudatorio, el respaldo y el impulso de quienes otean en los horizontes de la noche, la llegada inusitada de nuevas auroras...
 
Desarrollar hasta el máximo la personalidad humana, exaltar todos sus atributos buenos o malos pero expresión de ese subfondo de la conciencia de los hombres, dar una expresión artística a esas fuerzas sentimentales e instintivas pero permanentes y fundamentales que hacen del hombre la indisoluble unión de animal y espíritu, tales son, en mi concepto, las directrices que por imposición de su propia personalidad estética, Débora Arango siempre busca y descubre. Los artistas son al fin y al cabo, los escrutadores de la vida humana".
 
Débora Arango.
La crítica y su obra.
Por Guillermo Forero Benavides.
 
 
 


 
 
"Madona del silencio" (Fragmento obra).-
 
 
Arango en esta obra representa un parto callejero. Una mujer da a luz en la esquina de una calle.
 
 
 


 
 
"La lucha del destino", 1944.
Óleo sobre lienzo.
 
 
 
Una mujer que pinta con valor y emoción, a pesar de los ataques de los críticos.
 
En obras cargadas de colorido, la pintora antioqueña ha realizado algunas obras de mérito innegable y su nombre ha quedado vinculado a las últimas promociones artísticas colombianas.
Débora entraña el caso de la mujer que llega al arte con desenfado y seguridad de sus propios méritos y de su pincel.
Pinta con vigor y todo en ella es afirmación de un temperamento y nítida definición de una modalidad.
 
Escenas del pueblo, instantáneas con denso contenido humano.
 
 
(Periódico "La Razón". Octubre de 1940. Colombia)
 
 
 


 
 
"La raza en la calle", ca. 1944.
Óleo sobre lienzo.
 
 
Débora Arango, sus obras tienen un vigor extraordinario y pintan la vida de una manera realista, desnuda, casi ofensiva en su valerosa verdad.
 
Una pintora que deslinda la moral del arte y deja que su pincel copie instantáneas de realidad, sin modificación alguna de la primera sensación artística que despiertan.
 
-Periódico "La Razón". Octubre de 1940. Colombia-
 
 


 
 
Fotos de Calamanda y Le Désespéré de Gustave Courbet. 
 
 


 
 
"La raza en la calle" (Fragmento).-
 
 
En las obras de Débora destaca principalmente la importancia de la línea, líneas gruesas y negras que ella repite en sus composiciones.
 
Sus óleos parecen fotografías que capturan instantes en cualquier lugar.
 
 
"Mi especialidad es la figura, naturalmente, y más que la figura la expresión. En el colorido prefiero los contrastes fuertes (...) La expresión pagana surge espontáneamente de mi temperamento...-¿Y cómo interpreta usted esas inclinaciones?-
Quién sabe...No siempre el artista se refleja en sus cuadros, y yo tengo un espíritu tranquilo, reposado y analítico. El fenómeno debe surgir probablemente de la interpretación emocional que me producen los demás". 
 
 
 


 
 
"Justicia", ca.1944.
Óleo sobre lienzo.
 
Tres policías rodean a una prostituta y manifiestan con su gesto una inclinación exagerada al deseo sexual.
 
 
 


 
 
 
"Cuando se pinta hay que darle humanidad a la pintura"
 
-Débora Arango-