04 julio 2011

LAS MOMIAS: SÍMBOLO DE PODER.


" Y después de llorados en sus casas por seis días, los enterraban en unas bóvedas o cuevas que tenían ya hechas para eso, envolviéndolos en mantas finas, poniéndoles a la redonda muchos bollos de maíz..."
(Fray Pedro Simón)

Museo Nacional de Bogotá. Foto de Calamanda.


LA MOMIFICACIÓN EN COLOMBIA Y SUS PRÁCTICAS FUNERARIAS.

Los cuerpos que eran sometidos al proceso de momificación, por lo general, pertenecían a personas de la élite religiosa o política de las comunidades. Se han hallado también momias de niños que posiblemente fueron hijos de estas personas de gran importancia.
Las momias estaban consideradas como un símbolo de poder.
Afirman algunos cronistas que durante los enfrentamientos, los muiscas llevaban momias en andas para representar el poder y el espíritu del líder muerto, así, de esta manera, se buscaba inspirar valor entre los guerreros que llevaban el cuerpo y en el adversario el temor.



Museo Nacional de Bogotá. Foto de Calamanda.

Las momias finalmente eran depositadas en su lugar de reposo, que generalmente eran cavidades y grutas naturales. La sequedad del clima de esos parajes ayudó a la conservación de los cuerpos.
Los indígenas Lache practicaban un sistema de momificación muy similar al de los muiscas.
La técnica de momificación que se empleaba comúnmente por los pueblos Muisca, era de carácter artificial.
Los órganos internos, en algunos casos, eran extraídos y la cavidad del abdomen y tórax era llenada con piedras preciosas, objetos de oro y de algodón, según los cronistas.
Posteriormente el cuerpo era sometido a un proceso de secamiento, suspendido sobre el calor de una hoguera.
Los cuerpos momificados eran envueltos en mantas finas de algodón con ofrendas como collares, joyas, herramientas y comidas, en bóvedas y cavernas secretas, preparadas para ese propósito funerario.



"En sus batallas tienen una cosa extraña: que los que han sido hombres afamados en la guerra y están ya muertos les confeccionan
el cuerpo con ciertas unturas que queda todo el armazón entero sin despegarse...los traen después a las guerras así muertos, cargados a las espaldas de algunos indios, para dar a entender a los otros que pelean como aquellos pelearon en su tiempo, pareciéndoles que la vista de aquellos les ha de poner vergüenza para hacer su deber. Y así, cuando las batallas primeras que con los españoles tuvieron, venían a pelear con muchos de aquellos muertos a cuestas".
(Gonzalo Jiménez de Quezada)


Museo Nacional de Bogotá: Textos, información y fotografías.

Museo Nacional de Bogotá. Foto de Calamanda.

"Cuando los capullos caen de la rama
  dos veces seguidas no florecerán...
 ¡Las flores tronchadas por el viento impío
  se agotan por siempre, por siempre jamás!

 ¡Los días que fueron, los días perdidos,
  los días inertes ya no volverán!
 ¡Qué tristes las horas que se desgranaron
  bajo el aletazo de la soledad!
(Alfonsina Storni)


Foto de Calamanda. Museo Nacional de Bogotá.
                                           

8 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Bueno, me hubiera gustado estar en ese museo...

me conformo con pasear por tu sitio.

estupendo!

abrazos desde una Argentina muy frìa!

Julia dijo...

Muy interesante, no sabía nada de este tema.
Gracias por compartir y saludos.

José Ramón dijo...

Calamanda interesante entrada está muy bien redactado como siempre feliz verano
Saludos desde
Abstracción textos y Reflexión.

Francisca / Froiliuba dijo...

Cuando trabajé en unas excavaciones en las que había posibilidades de encontrar enterramientos de este tipo, no estaba yo muy convencida de que me gustara la idea.
Siempre me gustaron las momias así, detrás de la vitrina, pero lo cierto es que cuando tienes a un muertecito de hace tropecientos años dentro de una caja de "lejías la tuna" al que has sacado con mimo, casi amorosamente por su fragilidad, te seintes feliz, tanto que no te importa tenerlo en su cajita de cartón en la cabecera de donde duermes ejjejeje


gracias, esta entrada me recordó a esos otros tiempos

Alfredo dijo...

Me ha gustado saber algo de ese mundo para mí tan desconocido.

Un abrazo!!

Froiliuba dijo...

Un placer reencontrarte: No me di cuenta de que estaba comentando con el nick del otro blog, uno nacido de la necesidad quizás, o de las ganas de luchar y ayudar a tantos que como mi hijo viven en este mundo de marcianos sin pertenecer al mismo.

El otro blog sigue activo, no tanto como antes porque ya ves a lo que dedico todo mi tiempo, el de arte, está abandonado por desgracia,pero con intención de algún día recuperarlo

El libro del Jinete del silencio lo acabo de empezar, y pinta bien, lo siento por el autor, pero puse el enlace para que quien lo quiera leer en su ordenador o ebook lo haga como si de biblioteca se tratase ya que son tantos los materiales que leemos que si tuvieramos que comprarlos estariamos en la absoluta miseria

un besote

Mimí- Ana Rico dijo...

Tremendo,Calamanda, me parece más antropología que arte. Aún así me alegra descubrir cosas nuevas siempre de tu mano.
¡La vida y la muerte! Y el poder de su imagen aún después de muertos ...
Un abrazote.

Carolina dijo...

Hola Calamanda, es apasionante todo lo que expusiste y contaste.
Besos.